Hoy mientras venia en el taxi hacia mi casa decidí escribir sobre un tema que, si bien tenia pendiente escribir pronto, quería esperar un poco más para poder consultar más opiniones de amigos y gente cercana pero me cansé de esperar y me di cuenta de que en realidad no hay mucho que pensar, solo es necesario salir a caminar por Lima y aceptar que el gobierno esta lanzando las mejores cartas para ganarle el juego al sistema de transportes en mi país, que en pocas palabras es una........ bueno ya saben lo que es, acepto sinónimos en los comentarios.
El día 30 de Junio fue un monumental “garrón”, para la mayoría de trabajadores de acá, no había carro. Miles de ofendidos transportistas habían decidido hacer un paro nacional. No pasaban ni siquiera taxis y a los pocos que trabajan trataban de hacerles daño, les desinflaban las llantas, les bloqueaban la pista, los intervenían y hacían bajar a los pasajeros. El paro fue un poco mas allá de lo que todos pensaban. La policía y el ejercito, que por fin están demostrando efectividad, salieron a las calles con sus porta tropas y camionetas a llevar a toda la gente que podían a su trabajo; pero obvio, no se daban abasto, era demasiada gente. Hubieron enfrentamientos por ahí, unas cuantas piedras por allá, varias decenas de detenidos, fue todo un lío, un lío bárbaro y todo fue porque por fin, a pedido de la mayoría de gente, el gobierno se decidió a poner mano dura con tantos irresponsables que andan por la calle manejando autos y poniendo en riesgo la vida de la gente.
Lima, en cuestión de transporte es un caos total, las combis, las coasters, es terrible... los taxis... Y no me di cuenta de eso hasta que salí del país y fui a Argentina. Todo estaba tan ordenado a simple vista, la primera impresión apenas pisé el país gaucho fue que todo estaba muy prolijo y ordenado, obviamente día tras día me di cuenta de que todo país y ciudad tiene sus puntos débiles y, aunque los Argentinos se quejaban de que la gente era cualquier cosa manejando y el transporte publico era “cualquiera”, yo sabía que eso no era ni el 30 % del desorden causado por el sistema de transporte en el Perú.
La primera vez que subí a un “cole” tuve que ir a un “paradero de colectivos”... increíble...fue en la ciudad de Rosario, antes de subir me interrumpió una vocecita:
-Pará Javi tenés que comprar una tarjeta magnética antes.
-¿Tarjeta magnética? ¿Que diablos es una tarjeta magnética?.
-Vos tenés que tener la tarjeta para pagar el boleto en el “cole”.
Sencillamente me estaba hablando en chino, acá en Lima si quieres subir al “micro” primero que no es necesario estar en un paradero. El paradero es la mitad de la cuadra, la mitad de la pista o donde al chofer se le antoje poner un paradero, ah, y por cierto, no siempre paran, pasan de largo muchas veces. Al bajar, a veces, solo tienes que hacer mucho caso a las palabras del cobrador “cuidado al bajar, pie derecho”, eso significa que no piensan parar, solo disminuir la velocidad, tienes que saltar y caer con el pie derecho (si eres diestro) porque si caes con el pie izquierdo no sabes la revolcada que te vas a dar en el piso (siempre cuidado con los postes al bajar a la “volada”), esto no tiene punto de comparación al timbre que hay que tocar unas cuadras antes del paradero allá en Argentina y así bajar tranquilo, sin revolcadas. Para pagar, hay un tipo llamado “el cobrador”. El va colgado de la puerta pregonando los destinos del “micro”, cuando suben las personas él se encarga de cobrar pero como no hay una tarifa establecida, la mayoría acaba peleando porque “les cobran de mas”. Es tan desordenado que ya da risa.
Ah, sobre las tarjetas magnéticas, era increíble, uno compraba una tarjetita de unos cuantos pesos argentinos, subías al colectivo y había una maquina que cuando acercabas la tarjeta al receptor, como por arte de magia, las llevaba dentro y les imprimía la fecha y la hora en la que la estas usando. De esa manera también descontaba el pasaje que estabas comprando. Me sentía un cavernícola pero era súper entretenido, de esa manera por lo menos el sistema de transporte urbano estaba bien organizado, no habían “correteos”, los colectivos tenían una hora de pasar, eran enormes. ¿Algún día llegaremos a eso acá?
Con los taxis era igual, no había que parar un taxi y ponerse en la ventana a preguntar cuanto nos cobra para ir a nuestro destino y regatear los precios, sencillamente te subías a un taxi (siempre en buen estado) y decías a donde querías ir. A partir de ahí el taxímetro iba corriendo hasta que llegabas a tu destino, ahí pagabas y quedaba todo bien. Como la mayoría de taxis pertenecían a empresas de taxi, era muy difícil que te robaran, todos eran monitorerados por radio, realmente se viajaba seguro. Acá en Lima te subes a un taxi y no sabes si te quiere robar, violar, torturar... no sabes si es un psicópata que salió de su casa con ganas de matar gente y puso su letrerito de taxi. Ademas casi todos los taxis manejan siempre apurados. No hay luces rojas en Lima, no hay lineas peatonales, no existe la franja amarilla y blanca para estacionarse (existen pero es como si no existieran). El transito común en las calles limeñas es realmente un desastre.
Cuando salgo, al final, termino riendo de todas estas cosas que nos rodean a los limeños y a las que ya estamos acostumbrado. Pero creo que hubo un antes y un después por lo menos para mi desde que el gobierno comenzó ah hacer el nuevo reglamente de transporte que ya esta vigente desde el 1 de julio de este año. Antes me llegaban, ahora quiero que se jodan todos los que manejan mal. Entre varios puntos, han subido el costo de las papeletas, han dado una serie de normas bastante estrictas y duras con los transportistas y que mejoran el orden y la seguridad que ofrece el transporte urbano en Lima, pero eso no es lo que yo quiero decir acá, lo que a mi me sorprende es el lío que armaron respecto a eso con pretextos que para mi no tienen fundamento; por ejemplo, el otro día un taxista me dijo:
- Joven pero el problema es que ahora a la tercer infracción nos van a suspender el permiso por un año.
Sin comentarios!, no puede ser, por ahí no va la cosa, la idea es que no se cometan infracciones porque muchas veces por una infracción y negligencia de los conductores pierde mucha gente la vida, entonces no es valida esa manera de pensar, no se puede hacer un paro por eso, ni porque hayan subido mas el costo de las papeletas por pasarse la luz roja...
Contra toda la objeción de la gente hicieron el paro por las normas “abusivas” que había dado el gobierno pero, gracias a Dios, me di cuenta de que con excepción a todos los irresponsables transportistas, el resto de limeños esta esperando un cambio sustancial, muchos quieren eliminar a las combis de las calles, quieren sentirse seguros de poder subirse a un taxi o a un “micro” sabiendo que los conductores son conscientes de el nuevo reglamento de transito y así van a manejar bien. Lo bueno de esto es que me doy cuenta que hay una gran mayoría en la población que quiere estar bien, quiere que lima sea bonita y que cuando venga gente de afuera podamos mostrarles todo lo que tenemos acá.
No quiero ser cachoso pero me alegro de que el paro del 7, 8 y 9 haya sido un fracaso de la gente oportunista. Saludo a todos los taxistas con los que converse y me dijeron de manera sincera que estaban de acuerdo con esas normas de el gobierno, que estaban dispuestos a acatar todo lo que se decía y que ya es hora de un cambio radical en lo que es una tortura del día a día para todos los limeños.
Tambien estoy de acuerdo amigo y lastima por aquellos q no quieren acogerse a las nuevas leyes de nuestro gobierno, aunque tambien tuve oportunidad de conversar con algunos taxistas y ellos atribuyen que todo esto favorece a los policias, ya que ahora ellos haran lo que quieran y coimeran con mucho mas favoritismo q antes.
ResponderEliminarJorge Mayorga